Reducción Consciente en Domicilios Chilenos: Un Análisis del Minimalismo Residencial
En segundo lugar, la *eficiencia energética y el confort térmico* se ven potenciados. La menor superficie facilita un control climático más efectivo, requiriendo menos energía para calefacción o refrigeración. Estudios de la Agencia Chilena de Eficiencia Energética (AChEE) de 2023-2024 revelan que viviendas unifamiliares con diseño minimalista bien implementado en la zona central de Chile, han logrado una reducción promedio del 20-25% en su consumo energético anual. Esto se atribuye a una envolvente optimizada, al uso estratégico de la luz natural y a la menor demanda de sistemas activos. Esta tendencia se observa también en regiones con climas extremos, desde el norte desértico hasta el sur lluvioso, donde la adaptabilidad del diseño minimalista permite integrar soluciones pasivas efectivas, como la ventilación cruzada o la masa térmica, ajustándose a las particularidades climáticas regionales.
Finalmente, el minimalismo fomenta un *estilo de vida consciente y de menor impacto*. Al promover espacios multifuncionales y la eliminación de lo superfluo, se impulsa una reducción del consumo general de bienes y una mayor valoración de la calidad sobre la cantidad. Este enfoque tiene ramificaciones directas en la gestión de residuos domésticos y la vida útil de los edificios, contribuyendo a un ciclo de vida más circular para las edificaciones. El panorama emergente en Chile muestra una creciente demanda, especialmente en segmentos jóvenes y profesionales, por viviendas que no solo sean estéticamente agradables, sino intrínsecamente eficientes y responsables con el medio ambiente, redefiniendo así los estándares de habitabilidad para el siglo XXI y proyectando un futuro de menor impacto ambiental.
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