
Paralelamente, el enfoque en el bienestar se profundiza. Ya no es suficiente un gimnasio bien equipado; la demanda se inclina hacia la integración de estudios de yoga y pilates, zonas de relajación, saunas, piscinas con carriles de nado definidos y, cada vez más, accesos directos a parques o senderos naturales. Un estudio de PwC sobre el mercado residencial europeo anticipa que los amenities enfocados en la salud mental y física verán un incremento del 25% en su implementación en los próximos tres años, reflejando una prioridad clara por la calidad de vida del residente.
La integración tecnológica es ineludible. Desde sistemas de acceso inteligentes y reserva de espacios vía aplicación móvil, hasta conectividad Wi-Fi de alta velocidad en todas las áreas comunes y estaciones de carga para vehículos eléctricos (EVs). Los datos de la Asociación de Edificios Inteligentes (SBA) sugieren que los edificios multifamiliares con infraestructura de carga EV superarán el 40% en las nuevas construcciones de mercados maduros para 2027, anticipando una demanda creciente y regulaciones más estrictas en un futuro cercano.
Finalmente, la creación de una verdadera comunidad se consolida como un valor al alza. Esto se manifiesta en espacios dedicados a eventos sociales, cocinas compartidas para clases de cocina o cenas grupales, y la creciente incorporación de jardines urbanos o huertos comunitarios. La biofilia, la conexión con la naturaleza, se integra a través de techos verdes, paredes vegetales y la maximización de la luz natural en los diseños. Un informe de Gensler en Norteamérica destaca que los espacios verdes accesibles pueden aumentar el valor percibido de una propiedad hasta en un 15%, al mejorar la calidad de vida y reducir el estrés de los residentes.
No obstante, la cautela es fundamental. Los desarrolladores están evaluando cuidadosamente la sobreoferta de amenities ostentosos que no se utilizan plenamente y elevan los costos de mantenimiento. La tendencia se inclina hacia una selección curada, basada en la demografía específica de cada proyecto y una proyección realista de su uso. La clave reside en la pertinencia y la calidad sobre la cantidad, asegurando que cada amenity contribuya genuinamente a la experiencia del residente.