El sector de la construcción en Uruguay: un crecimiento sostenible en tiempos de cambio
Análisis de tendencias y proyecciones que marcan el rumbo de la edificación en un contexto ambientalmente consciente.
En la última década, el sector de la construcción en Uruguay ha experimentado un notable crecimiento, impulsado por una combinación de políticas públicas favorables, inversión extranjera y un aumento en la demanda de viviendas y espacios comerciales. A partir de 2025, se estima que esta tendencia no solo continuará, sino que también se verá reforzada por un enfoque creciente hacia la sostenibilidad y la eficiencia energética. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la construcción en Uruguay creció un 5,2% en 2024, y las proyecciones indican que el sector podría alcanzar un crecimiento anual de entre el 4% y el 6% hasta 2030. Este auge se enmarca en un contexto regional más amplio, donde países del Mercosur, como Brasil y Argentina, también están viendo incrementos en sus sectores de construcción, aunque con desafíos significativos relacionados con la sostenibilidad y el cambio climático.

El crecimiento del sector no está exento de retos, especialmente en lo que respecta al impacto ambiental. Con la implementación de normativas más estrictas en relación a la construcción sostenible, se prevé que las empresas del rubro deban adaptarse a nuevas regulaciones que promueven el uso de materiales reciclados y la reducción de emisiones de carbono. Para 2025, se estima que el 30% de los proyectos de construcción en Uruguay deberán cumplir con estándares de edificación sostenible, alineándose con las directrices de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Además, se proyecta que la inversión en tecnologías verdes, como la energía solar y la reutilización de aguas pluviales, crecerá un 15% anual, lo que podría transformar la manera en que se conciben y ejecutan los proyectos de construcción en el país. En resumen, el sector de la construcción en Uruguay no solo se enmarca en una trayectoria de crecimiento, sino que también se enfrenta a la imperiosa necesidad de evolucionar hacia un modelo más sostenible y responsable con el medio ambiente.