El Desafío Térmico Residencial: Una Mirada Urgente al Consumo Hogareño
**1. La Envolvente Térmica: El Escudo Fundamental:** Los muros, techos y pisos constituyen la primera línea de defensa. La incorporación de materiales aislantes como lanas minerales, poliestireno expandido de alta densidad o poliuretano proyectado es crucial. En muros, sistemas como el EIFS (External Insulation Finishing System) demuestran una eficacia superior al envolver la estructura, eliminando puentes térmicos. Para cubiertas, además del aislamiento interno, los techos verdes o las pinturas atérmicas ofrecen soluciones adicionales para mitigar la ganancia de calor en verano y la pérdida en invierno, adaptándose a las diversas zonas bioclimáticas argentinas.
**2. Ventanas y Puertas: Puntos Críticos de Fuga:** Las aberturas son los elementos más vulnerables. La adopción generalizada de Doble Vidriado Hermético (DVH) con vidrios de baja emisividad y marcos con Rotura de Puente Térmico (RPT) de PVC o aluminio, se revela como una inversión con un rápido retorno. La simple sustitución de ventanas antiguas puede reducir las pérdidas energéticas en un 20% a 30%, según datos del Instituto de Energía de Buenos Aires (IEBA).
**3. Infiltraciones y Puentes Térmicos: Los Enemigos Silenciosos:** Más allá de la aislación principal, las micro-infiltraciones de aire a través de fisuras, encuentros entre materiales y sellados deficientes son responsables de pérdidas energéticas no despreciables. Un buen sellado en carpinterías y juntas estructurales, junto con la correcta resolución de puentes térmicos en vigas o losas, es tan importante como la aislación de los paños principales.
**4. Ventilación Consciente y Sistemas Activos:** Si bien ventilar es vital para la calidad del aire interior, una ventilación incontrolada anula cualquier esfuerzo de aislación. La implementación de sistemas de Ventilación Mecánica Controlada (VMC) con recuperación de calor permite renovar el aire minimizando las pérdidas térmicas, una tecnología que, aunque aún incipiente, proyecta un crecimiento sostenido en la construcción residencial de alta gama en el próximo bienio.
**5. Retorno de Inversión y el Marco Regulatorio Local:** La inversión inicial en eficiencia térmica puede parecer elevada, pero los estudios demuestran un ahorro promedio del 30% al 50% en las facturas de energía, con retornos que oscilan entre 5 y 10 años, además de un aumento significativo en el confort y el valor de mercado de la propiedad. En Argentina, la Ley de Etiquetado de Eficiencia Energética de Viviendas, aunque con avances desiguales en su implementación provincial, marca un camino. No obstante, el desafío ético para el sector es ir más allá de la mera regulación, promoviendo una cultura de construcción consciente que priorice la salud, el bienestar y la economía de los habitantes, y que contribuya activamente a la reducción de nuestra huella de carbono. La proyección para 2026-2027 anticipa una mayor demanda de profesionales capacitados en certificación energética y diseño pasivo, impulsando un mercado que debe dejar de percibir la eficiencia como un gasto adicional para verla como una inversión indispensable.
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