Optimización Térmica: Materiales Estratégicos para el Clima Frío Argentino
Respecto a los **cerramientos**, la tendencia apunta hacia sistemas de **carpinterías de PVC o aluminio con Ruptura de Puente Térmico (RPT)**, combinados indefectiblemente con **Doble Vidriado Hermético (DVH)**. El DVH, idealmente con cámaras de aire o gases nobles, reduce drásticamente la pérdida de calor a través de las ventanas, que suelen ser uno de los puntos débiles térmicos de cualquier construcción. En cuanto a la estructura, más allá de la mampostería tradicional bien aislada, sistemas como el **Light Steel Framing (LSF)** y los **Paneles SIP (Structural Insulated Panels)** ganan terreno. El LSF permite incorporar grandes espesores de aislación en sus cavidades, mientras que los SIP, al ser paneles compuestos por dos placas y un núcleo aislante, ofrecen una envolvente de alta performance con tiempos de montaje reducidos, crucial para proyectos con cronogramas ajustados en climas adversos.
Finalmente, la **cubierta** es un componente crítico. Más allá de la pendiente para el desagüe de nieve y lluvia, un aislamiento adecuado con barreras de vapor es indispensable. Materiales como la lana de roca o el poliuretano rígido, instalados bajo tejas o membranas de alta performance (EPDM o asfálticas modificadas), previenen la formación de puentes térmicos y condensaciones.
La visión emprendedora debe considerar no solo el costo inicial de estos materiales, sino su impacto en la demanda energética a lo largo de la vida útil del edificio. Un inmueble con eficiencia térmica superior no solo es más confortable, sino que también ostenta un mayor valor de reventa y menores costos de mantenimiento, alineándose con las normativas emergentes y la creciente conciencia ambiental del mercado argentino. La inversión en materiales de alta performance se traduce así en una ventaja competitiva y en un modelo de negocio con visión de futuro en el panorama constructivo nacional.
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