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Miércoles, 17 de septiembre 2025
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La Salitre Incesante: El Desafío Invisible en la Costa Latinoamericana

|Interés General
Más allá de la vista al mar: cómo la corrosión silente de fundaciones y anclajes compromete la salud estructural y humana en nuestras costas.
La Salitre Incesante: El Desafío Invisible en la Costa Latinoamericana
Cada brisa marina, cada ola que rompe, lleva consigo una amenaza microscópica para las estructuras costeras: la salinidad. En 2025, la ingeniería civil y la arquitectura continúan librando una batalla constante contra este enemigo silencioso que, a la larga, compromete no solo la integridad patrimonial, sino directamente la salud y seguridad de quienes habitan o utilizan estos espacios. La ‘enfermedad del hormigón’ es una realidad palpable, especialmente en Latinoamérica, donde la expansión urbana hacia las costas no siempre se acompaña de las metodologías constructivas más resilientes.

Las fundaciones y anclajes, elementos críticos y a menudo ocultos, son los primeros frentes de batalla. La penetración de iones cloruro provenientes del ambiente marino es el principal agente detonante de la corrosión del acero de refuerzo embebido en el hormigón. Este proceso electroquímico genera óxidos de hierro que ocupan un volumen mayor que el acero original, induciendo tensiones internas que fisuran el hormigón, comprometiendo su capacidad portante y, en última instancia, la estabilidad estructural. Estudios recientes de la Universidad de Ingeniería y Tecnología (UTEC) en Perú, con colaboración regional, indican que la vida útil esperada de estructuras costeras diseñadas sin protección especializada en zonas de alta agresividad climática en el Pacífico y Atlántico sudamericano se reduce en un promedio del 30% al 50%. Este deterioro prematuro no solo implica costos de reparación exorbitantes –estimados en un 2-5% del PIB en algunos países en desarrollo para la infraestructura costera crítica a mediano plazo– sino que también se traduce en riesgos latentes de colapsos parciales o totales, afectando la salud física y mental de los ocupantes, desde lesiones directas hasta el estrés crónico por la inseguridad habitacional. La carbonatación, otro factor agresivo donde el CO2 reduce el pH del hormigón, se suma a la salinidad, acelerando aún más la despasivación del acero.

La Salitre Incesante: El Desafío Invisible en la Costa Latinoamericana
Frente a este panorama, el sector ha intensificado la búsqueda de soluciones innovadoras y de aplicación técnica robusta. La perspectiva de salud estructural se vuelve un eje central, entendiendo que la resiliencia de una edificación es directamente proporcional a la seguridad y bienestar de sus usuarios. Entre las estrategias más prometedoras para el futuro, destacan los hormigones de ultra alta performance (UHPC) y los hormigones autocompactantes (HAC), que ofrecen menor porosidad y, por ende, una barrera superior contra la intrusión de cloruros. La implementación de aditivos puzolánicos como microsílice y cenizas volantes ha demostrado mejorar significativamente la durabilidad. Así mismo, los aceros inoxidables o con recubrimientos epóxicos para armaduras, aunque de mayor costo inicial, presentan una relación costo-beneficio favorable a largo plazo en ambientes extremadamente corrosivos, extendiendo la vida útil de las estructuras en más de un 70% según datos de proyectos piloto en la costa de Uruguay y Chile.

El anclaje de elementos estructurales y no estructurales también ha evolucionado. Se están popularizando sistemas de anclaje químico basados en resinas epóxicas o vinilésteres con resistencia superior a la corrosión y la fatiga, especialmente en zonas sísmicas costeras de Latinoamérica. La monitorización inteligente, con sensores embebidos que detectan la concentración de cloruros, humedad y el potencial de corrosión en tiempo real, permite una intervención preventiva y optimiza los calendarios de mantenimiento, transformando la gestión de riesgos de reactiva a proactiva. La aplicación de protección catódica, tanto por corriente impresa como por ánodos de sacrificio, se consolida como una técnica eficaz para detener la corrosión activa. El impacto a futuro de estas tecnologías es monumental: no solo se proyecta una reducción drástica en los costos de mantenimiento y reparación, sino una mejora sustancial en la seguridad y la salud pública, garantizando que el sueño de vivir cerca del mar no se convierta en una pesadilla de deterioro y riesgo.

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