Edificios Inteligentes: ¿Una Solución o una Nueva Amenaza Energética?
A medida que crecen las construcciones inteligentes, también aumenta la preocupación por su impacto en la sostenibilidad y el consumo energético.
En la última década, las ciudades de América del Sur, y especialmente Uruguay, han visto un auge en la construcción de edificios inteligentes. Estos inmuebles, que prometen eficiencia y sostenibilidad, se presentan como la respuesta moderna a las necesidades urbanas. Pero, ¿realmente estamos ante una solución ambiental, o es solo otro engaño en un mundo que consume energía de manera desenfrenada? La realidad es alarmante: según un estudio del Centro de Energía Renovable de la Universidad de Montevideo, el 60% de la energía en los edificios se desperdicia debido a sistemas poco eficientes. A medida que nos deslizamos hacia 2025, la pregunta persiste: ¿serán estos edificios una panacea o una nueva fuente de problemas energéticos?

Mientras las grandes constructoras hacen alarde de sus innovaciones en automatización y conectividad, se ignoran los riesgos asociados. La dependencia de tecnología avanzada para controlar la eficiencia energética puede resultar contraproducente si las fuentes de energía no son sostenibles. En un continente donde la infraestructura energética aún lucha contra la desigualdad y el acceso, apostar por edificios que requieren grandes inversiones y tecnologías avanzadas puede ser un paso atrás. En Uruguay, donde el 70% de la energía proviene de fuentes renovables, la construcción de edificios inteligentes puede parecer un avance, pero es fundamental cuestionar si este modelo realmente logra disminuir la huella de carbono o simplemente crea un nuevo estándar de consumo energético. La mirada crítica sobre esta tendencia es más necesaria que nunca, antes de que sea demasiado tarde.