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Domingo, 9 de noviembre 2025
Edificios de Bajo Consumo: El Valor Alza en el Mercado Chileno
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Edificios de Bajo Consumo: El Valor Alza en el Mercado Chileno

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Cómo la eficiencia energética está redefiniendo la construcción y operación inmobiliaria a lo largo del país, desde Arica a Punta Arenas, con una mirada puesta en el 2035 y más allá.
Edificios de Bajo Consumo: El Valor Alza en el Mercado Chileno
¿Recuerdan cuando hablar de ‘eficiencia energética’ en una edificación era casi un lujo o un tema para nichos muy específicos? Bueno, colegas del ladrillo y el hormigón, estamos en 2025 y esa realidad ha dado un giro de 180 grados. Ya no es una opción, sino una piedra angular para cualquier proyecto que aspire a ser rentable y relevante en el Chile de hoy y del mañana. Lo que vemos es una transformación silenciosa, pero potente, que está recalibrando la aguja de valor en todo el sector. Desde la promulgación de la Ley de Eficiencia Energética en 2021, que puso sobre la mesa exigencias claras para el parque inmobiliario, el impulso ha sido constante. Esto no se trata solo de cumplir con la normativa, sino de una visión de negocios mucho más astuta. Los proyectos que integran desde el diseño inicial una envolvente térmica superior, sistemas de climatización inteligentes y una optimización de la iluminación natural, no solo reducen drásticamente las cuentas de fin de mes para sus usuarios, sino que se posicionan con una ventaja competitiva brutal en el mercado. Estamos hablando de propiedades que se arriendan y venden más rápido, con mayor plusvalía, y que atraen a un tipo de cliente que valora tanto el confort como el ahorro y el impacto ambiental.
Edificios de Bajo Consumo: El Valor Alza en el Mercado Chileno
Y ojo, que esta movida no es uniforme ni excluyente. Chile es largo y su diversidad climática nos obliga a ser ingeniosos. En el árido norte, desde Arica a Antofagasta, la clave está en manejar la implacable radiación solar, integrando protecciones solares pasivas, sistemas de enfriamiento evaporativo y, por supuesto, maximizando la captación fotovoltaica para autoconsumo. Bajando hacia la Zona Central, como Santiago o Valparaíso, el desafío es balancear inviernos frescos y veranos cada vez más calurosos; aquí el foco está en un aislamiento robusto que mantenga la temperatura interna estable y en sistemas de ventilación cruzada inteligentes. Y no nos olvidemos del sur y la zona austral: en Puerto Montt o Punta Arenas, donde el frío y la lluvia son compañeros habituales, la máxima hermeticidad, ventanas de doble o triple termopanel y aislamientos de alto rendimiento son indispensables, junto con sistemas de calefacción eficientes que minimicen el uso de combustibles fósiles.

Mirando hacia el 2035, la proyección es que la eficiencia energética no será un ‘extra’, sino un estándar implícito, casi invisible, que permitirá a los edificios no solo consumir menos, sino incluso generar su propia energía o interactuar de forma inteligente con la red eléctrica. Veremos una proliferación de edificios con certificaciones energéticas avanzadas, edificios ‘cero neto’ o incluso ‘positivos’, que producirán más energía de la que consumen. Esto no solo eleva el estándar de calidad de vida para sus ocupantes, sino que consolida a Chile como un referente en la construcción responsable y económicamente viable. Es un win-win que nuestros arquitectos, ingenieros y constructores están abrazando con fuerza, sentando las bases de un patrimonio edificado que será más resiliente, más valioso y mucho más ‘inteligente’.

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