
31/08/2025 l Interés General
Según un reciente estudio interno de ‘Arquitecturar’ sobre el sector en CABA y el conurbano bonaerense, casi el 40% de los proyectos residenciales y comerciales menores enfrentan demoras significativas o sobrecostos inesperados debido a la mala gestión o la falta de idoneidad del contratista. Esta cifra, que se mantiene alarmantemente estable desde 2020, nos obliga a repensar cómo abordamos esta elección vital. El primer paso es desterrar la inocencia: nadie regala nada, y la oferta ‘demasiado buena para ser verdad’ casi siempre esconde una trampa. Antes de siquiera sentarse a negociar, hay que tener claridad meridiana sobre el alcance de la obra, el presupuesto máximo y los plazos realistas. ¿Vas a construir una casa, reformar un local, ampliar una oficina? Define cada detalle. Luego, el filtro inicial: las referencias. No basta con una mención; llama a clientes anteriores, visita obras terminadas –y si es posible, alguna en curso– para evaluar calidad, orden y el trato con el personal. Desconfía de aquellos que no puedan o no quieran proporcionar un portfolio robusto o contactos verificables.
La formalidad legal es tu escudo más potente. Un contrato bien redactado es innegociable. Debe especificar el alcance exacto de la obra, los plazos de inicio y finalización, las penalidades por incumplimiento, las garantías sobre los trabajos realizados y los mecanismos de resolución de conflictos. No te ahorres un abogado para revisar este documento; es una inversión que te puede salvar de dolores de cabeza millonarios. Además, exige la acreditación de la registración ante AFIP y los organismos previsionales, así como las habilitaciones municipales pertinentes. La informalidad laboral sigue siendo un riesgo latente que puede volverse en tu contra. Finalmente, la comunicación. Un buen contratista es un socio, no un ejecutor silencioso. Establece canales y frecuencias para los reportes de avance. En un sector tan dinámico y propenso a los imprevistos como la construcción, la transparencia y el diálogo constante son la base de un proyecto exitoso. No dejes nada al azar, la solidez de tu obra empieza con la solidez de tu elección.