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21/11/2024 l Informes especiales
Un proyecto de las arquitectas Danisa Rigonat y Eugenia Iriberri que combina integración con el entorno natural, eficiencia energética y confort en un lote a metros del Atlántico.
Ubicada a solo 200 metros del mar, en el corazón de la costa de Quequén, Casa 551 es un ejemplo de cómo la arquitectura puede dialogar con la naturaleza. Diseñada por las arquitectas Danisa Rigonat (Mat. 28127) y Eugenia Iriberri (Mat. 34523), la vivienda se desarrolla en un lote de 720 m² y propone un equilibrio perfecto entre funcionalidad, estética y sostenibilidad.
El proyecto se implantó considerando variables ambientales como la trayectoria solar, los vientos dominantes, las vistas hacia el entorno y los sonidos del mar. La elección del diseño en L permitió dividir de manera eficiente las áreas públicas y privadas, maximizando la privacidad sin comprometer la conexión con el exterior. Los patios interiores, elemento central de la propuesta, no solo articulan los diferentes espacios de la casa, sino que también facilitan la ventilación cruzada, aportan luminosidad y otorgan vistas despejadas hacia el terreno.
La casa invita a un estilo de vida en contacto directo con la naturaleza, donde la vegetación circundante se convierte en el actor principal. Este planteo arquitectónico no solo mejora la calidad de vida de los habitantes, sino que también reduce el consumo energético al aprovechar la luz natural y optimizar las condiciones térmicas.
Diseño que trasciende las estaciones
Pensada para ser disfrutada todo el año, Casa 551 incorpora espacios exteriores estratégicamente ubicados y resguardados de los vientos marítimos. Entre ellos destacan la galería con sector de parrilla y el área del fogón, ambos orientados al noroeste para captar el calor del sol y protegerse del clima costero. Estos espacios invitan a convivir y disfrutar de momentos en familia o con amigos en un entorno cálido y funcional.
En el interior, el diseño apuesta por una circulación fluida y amplios ambientes que priorizan la comodidad. Las carpinterías de PVC con doble vidrio hermético (DVH), de 2,60 metros de altura, enmarcan las vistas al exterior y contribuyen al aislamiento térmico y acústico. A esto se suma el uso de cielorrasos suspendidos, que generan cámaras de aire aislantes y refuerzan el confort interior.
Innovación constructiva: Steel frame y eficiencia energética
Para responder a los desafíos climáticos de la costa atlántica, se eligió un sistema constructivo en steel frame, basado en perfiles galvanizados revestidos con materiales que garantizan hermeticidad, resistencia y un alto coeficiente de aislación térmica y acústica. Como aislante térmico, se utilizó celulosa proyectada en muros y techos, un material sostenible que refuerza la eficiencia energética de la vivienda.
La fachada combina placas de polipropileno y revestimientos texturados, logrando una estética moderna y funcional que se mimetiza con el entorno natural. El sistema de calefacción, mediante piso radiante con caldera, asegura una distribución uniforme del calor, optimizando el consumo energético y garantizando confort incluso en los inviernos más fríos.
Un proyecto para la vida cotidiana y la naturaleza
Casa 551 es un ejemplo de cómo la arquitectura puede integrarse al paisaje, priorizando la sostenibilidad sin comprometer la estética ni el confort. El proyecto se convierte en un refugio para sus habitantes, donde cada espacio fue pensado para disfrutar de lo natural sin perder funcionalidad ni diseño.
Con un total de 161 m² cubiertos y 24 m² semicubiertos, el proyecto es un modelo de eficiencia y sensibilidad hacia el entorno. La obra, que está a cargo del constructor Gustavo Jensen, será entregada en diciembre de 2024, marcando un nuevo hito en la arquitectura costera.
Proyecto de las arquitectas: Danisa Rigonat y Eugenia Iriberri.
Ubicación: Calle 551 n° 167, Quequén, Necochea, provincia de Buenos Aires.
Superficie del lote: 720 m². Superficie construida: 161 m² cubiertos y 24 m² semicubiertos.
